¡Celebremos el fracaso en las FuckUp Nights!

Estamos acostumbrados a escuchar charlas motivadoras de gurús explicando los 101 pasos que han tomado para llegar a la cima y ser exitosos… pero poco escuchamos sobre las historias de fracasos, esos momentos donde metimos la pata hasta el fondo… Sin embargo, estas son las experiencias que más aprendizaje nos dejan… y son de las que menos hablamos, porque está mal visto equivocarse y fracasar… cuando realmente lo más importante es aprender de los errores y sobre todo, levantarse de nuevo.

Obviamente uno no va por ahí contando sus fracasos a todo el mundo -mucho menos si son recientes o si todavía no los hemos superado-, pero luego de un tiempo de reflexión logras ver la situación diferente y analizas lo que pasó: en qué fallaste, qué aprendiste y qué podrías hacer mejor… el fracaso te ayuda a asimilar todo desde la experiencia… y por qué no decir, desde el dolor… pero también te da la oportunidad de experimentarlo en primera persona que es lo que realmente cuenta… como dice el dicho: nadie aprende por cabeza ajena.

Hace un par de años en Ciudad de México 5 amigos crearon las FuckUp Nights, un movimiento que se ha extendido a nivel mundial, donde emprendedores y empresarios comparten sus fracasos profesionales de manera casual y divertida… me gusta explicarlo diciendo que es una combinación de las TED talks y el Club de la Comedia.

Para mí, las FuckUp Nights es un buen ejemplo de creación de comunidad sin tener espacio físico organizando eventos, donde reúnen profesionales que han fracasado, se han levantado y ahora se ríen de ello.

En cada charla la idea es narrar la historia completa, describir qué pasó con pelos y señales, más que dar consejos sobre qué hacer y que no. El objetivo es dignificar el fracaso entre risas y bebidas, recordando que para llegar a la cima hay un camino laaaaaargo, pero divertido.

Y como yo también tengo mis fracasos, aquí te dejo mi charla en las FuckUp Nights Barcelona… espero que te guste 🙂  

Y tú, ¿tienes algunos fracasos que quieras compartir?

Un abrazo,

Andrea.